El amargo sabor del fracaso

Hacía mucho que no actualizaba y prometí que en este blog lo haría más a menudo. Todavía no sé muy bien lo que quiero escribir y tampoco tengo ganas de teclear.

Bien, hablaré del fracaso, sí FRACASO, que es lo que estoy saboreando durante las últimas semanas.

Nunca había fracasado en nada, en ningún aspecto de mi vida, ni en la amistad, ni en el amor, ni académicamente... Quizá alguna vez sí me sentí fracasada respecto a algunas amistades, pero no tardé en darme cuenta de que todo aquello no fue cumpla mía, yo luché por ello e hice todo lo posible, sin embargo como suelo decir, cada uno elige su camino a seguir. En el amor no ha sido difícil no fracasar, por el sencillo motivo de no haber arriesgado nunca, pero académicamente estaba por pasar, por arriesgar demasiado. Siempre me he confiado en mi ágil capacidad para procesar la información, aprender cosas nunca me ha costado un gran esfuerzo y podía pasar los cursos sin grandes dificultades, hasta ahora. He fracasado académicamente, no he realizado todo el esfuerzo que debía, es más, no he realizado ningún esfuerzo, así que tendré que sufrir las consecuencias.

Lo que más siento es decepcionar a las personas que confiaban en mí, los que más que nadie desean que sea periodista. Seré periodista, me cueste lo que me cueste. Lo que tengo claro es que no me gusta este sabor, no quiero volver a fracasar, no quiero decepcionar a los que más me quieren, no quiero sentir este peso que me impide continuar. Me voy a esforzar por sacar mi futuro para delante, con fuerza, con ánimos y sé que lo lograré.

Por otro lado os informo de que este año no lo voy a perder, tengo entre manos varios proyectos que me ayudarán a evolucionar a nivel profesional. Pronto os lo contaré.

Él


Desde hace aproximadamente un año y cuarto mis despertares son muy diferentes a los del resto de mi vida. Mi primer pensamiento es Él y, normalmente, la sonrisa es la primera expresión que consigo reflejar.

En casi 19 años, nunca encontré mayor interés, salvo la amistad, en un chico que, aunque lo deseaba, no lograban aportarme ese algo tan especial que consiguiera hacerme temblar. El día menos pensado llegó, no de casualidad, ya llevaba mucho tiempo siguiéndole el rastro y lo que pensaba que era el sueño de una noche, terminó siendo mi realidad.

Muchos me dicen que corremos, pero me da igual, no pienso en el futuro, actúo como siento, como quiero y disfruto a su lado cada segundo. No sé si será el padre de mis hijos, si de verdad es el hombre de mi vida, lo que tengo muy claro es que ahora mi vida no tendría sentido sin Él. Le debo demasiado, mucho más de lo que cree/creen/creéis, ha conseguido sentirme distinta, especial, ha roto todos mis complejos y mis miedos (que no eran pocos), me ha dado el gran empujón que necesitaba ya desde mi niñez y me ha enseñado a ser feliz.

Podría pasar horas escribiendo sobre Él y no me supondría ningún esfuerzo. Podría hablar de su ingenuidad no tan inocente, de lo poco que pide para ser feliz, de su optimismo, de su generosidad, de sus ganas de luchar por lo justo, de sus abrazos, sus miradas, de su forma de pensar, pero mejor paro, que la última intención de esta entrada es escribir algo cursi o sentimental, únicamente quiero presentarlo, no podría existir mi diario sin Él.




Compañeros y amigos

En mis (casi) 20 años de vida he visto pasar muchas personas por mi lado, compañeros de guardería, compañeros de colegio, amigos que duran un año, amigos de vacaciones, compañeros de equipo, de inglés, de instituto, amigos de campamentos, amigos del pueblo, amigos de fiestas... Piensas entonces que esos amigos con los que creces van a estar ahí durante toda la vida, pero queda todavía mucho por delante, evolucionamos y los caminos se dividen, entramos a la universidad y conocemos gente que tiene los mismos sueños que nosotros, las mismas ambiciones, los mismos temas de conversación, sufre por los mismos exámenes y gozan con las mismas fiestas. Más tarde no puedes evitar llorar por sus males y caes en la cuenta de que no son solo compañeros, son amigos.
No quiero seguir viendo pasar gente, quiero pararme y disfrutar para siempre de todos y cada uno de vosotros.




Malos días se acercan

Exámenes, exámenes... miedo a no llegar, miedo a fracasar, esperanzas, angustia, sueño, histeria, pereza, estrés, enfados, tristeza, mucho más miedo, ánimo, miedo de nuevo...
Durante estos próximos 11 días así me sentiré, pero seré fuerte, sé que 11 días no son nada y luego, podré disfrutar de nuevo del tiempo contigo, con el, con vosotros, y volveremos con ganas y fuerza a por todas con nuestro gran proyecto de futuro del que pronto hablaré.

Ánimo, para todo el que lo necesite.

:)

Me presento

Para comenzar con este nuevo blog había pensado redactar una entrada original, impactante y novedosa (por eso de enganchar a los lectores), pero después de pensar mil y una formas he decidido todo lo contrario. Voy a escribir sin pensar, dejando que mis dedos tecleen solos a merced de los pensamientos de mi cabeza. Al fin y al cabo es lo que más me gusta, escribir, y no pensar, y borrar, y volver a empezar, ¡no! ¡a mí me gusta escribir! Y en esto se va a basar mi blog, plasmaré aquí mis ideas, mis sentimientos, mis opiniones, mis quejas, mis dudas…

Pero antes de nada me presentaré de forma muy rápida para aquellos que no me conozcan:

Mi nombre es Noemí y estoy apunto de cumplir los 20 años. Como es fácil de adivinar estudio periodismo, todavía no estoy en tercero, pero espero poder decirlo dentro de dos semanas. El motivo de elegir esta carrera no lo explicaré todavía, pues no quiero cansar, aunque no tardaré demasiado.

No soy nueva en el mundo Blogger, aunque tampoco soy una experta. Este será el tercer blog que abra, pero prometo que será el más cuidado. Si el cielo está gris fue el primero de ellos. En este, que rara vez actualizo, me gusta expresar de una forma distinta sentimientos complicados de expresar e incluso entender, nació en una época el la que pensaba que todo eran piedras en mi camino, una etapa de mi vida que ya pasó y se curó.

Más tarde, por la limitación de el primer blog, nació Gritos Del Silencio con un aire de rebeldía. Ahí me gusta escribir cosas que de verdad me importan, me hacen pensar e incluso me duelen. Por otro lado, también terminé limitándolo, aunque no voy a cerrarlo.

Diario De Una Periodista será distinto, no va a haber limitaciones, se hablará de todo con total libertad. De momento empezamos con romper la estética de los anteriores.

Os invito a acompañarme para descubrirlo y descubrirme.


:)